Estas piezas, como su nombre lo indica, están diseñadas específicamente para vehículos utilizados en diversas categorías de competición automovilística. Los engranajes estándar de esta línea se fabrican en bronce SAE 65, siguiendo estrictas especificaciones técnicas para cumplir con las exigencias de estas categorías. Este material les otorga una mayor resistencia frente a los arranques bruscos y la alta potencia que demandan los vehículos de competición.

En los últimos años, su uso se ha popularizado también entre los autos de calle, ya que muchos propietarios buscan mejorar el rendimiento y la performance de sus vehículos, beneficiándose de la calidad y durabilidad que ofrecen estas piezas.